Hace poco decidí hacer un fondo más apropiado para las fotos que subo a mi tienda. Quería empezar a hacer fotos más "monas", con un toque más personal y que no fuese el típico escenario: la madera de la mesa del comedor.
Vale, no es una madera fea, pero le falta cierta gracia. Así que busqué unos trozos de cartón por casa y empecé a guarrear.
La verdad es que no esperaba que el resultado fuese tan bueno. Además el método que utilicé puede servir para muchas otras cosas, como por ejemplo decorar la portada de un cuarderno o una carpeta.
Vayamos al lío:
Necesitaremos
- un trozo de cartón
- pintura acrílica blanca
- un poco de agua
- un pincel ancho
- una o dos hojas de partituras
- cola blanca
- acuarelas
- lápices de colores
Elegí tres trozos de cartón: uno cuadrado y dos alargados. El primer paso fue dar las capas de pintura acrílica. Quería darle un aspecto "descuidado", "gastado" o "antiguo", así que lo pinté con un pincel grueso y mezclando un poco de agua con la pintura acrílica. En vez de dejar la pintura uniforme pinté sin preocuparme de por dónde ni cómo de gruesa aplicaba la pintura.
Al terminar la primera capa no quedé satisfecha con el resultado, así que acabé dando dos capas más. Mientras esperaba a que el cartón se secase busqué una partitura que imprimir. Me decanté por una de Chopin, uno de mis compositores favoritos.
Una vez impresas las hojas de la partitura las recorté en distinto tamaños. No quise hacer trozos muy pequeños ni muy grandes. Para pegarlas al cartón utilicé cola blanca y un poco de agua. 
Finalmente hice las flores con acuarela fucsia. Para marcar más los pétalos utilicé un lápiz morado, al igual que los tallos y las hojas con un lápiz verde.
Y ya está! :D
Los que hayáis echado un vistazo a mi tienda ya habréis visto los resultados de algunas de las fotos que he realizado hasta el momento (tanto con estos pendientes como con el colgante de pulpo) con mi nuevo fondo.
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